Ha pasado una semana del encuentro de delegados de la Fundación Corazonistas, un encuentro muy esperado, con grandes expectativas, que ha supuesto toda una revolución para cada colegio.
Estábamos convocados los delegados de cada centro corazonista y los miembros de la comisión de seglares y hermanos, un grupo humano de 47 personas, todas muy distintas: hermanos, profesores, sacerdotes, antiguos alumnos, padres de familia, misioneros… quizá solo faltaban los alumnos, pero en realidad fueron los que estuvieron más presentes.
Todos muy distintos pero tremendamente unidos en un fin. Todos con la misma pasión y misión: la educación en y para la solidaridad y la justicia en nuestros colegios Corazonistas, nuestra misión y pasión, unidos por el Instituto, por el carisma y la realidad del mundo que reclama una respuesta, nuestra respuesta.
Fueron unos días muy intensos, el encuentro tuvo comienzo el viernes 25 de Enero, en el colegio delos Hermanos Corazonistas en Haro, la Rioja, y el encomiendo que traíamos de parte de los directores de cada colegio era el de animarnos, reflexionar e impulsar nuestra labor de acción social. Contábamos con grandes maestros y amigos que han puesto el fuego en nuestro corazón con sus palabras. Hemos querido llegar al meollo de la realidad social y la justicia en la escuela, para eso es necesario ser un gran conocedor de la sociedad en la que vivimos, ¿En qué verdadera solidaridad podremos educar si los mismos profesores somos ignorantes ante la situación social de injusticia que se nos oculta?
Cada ponencia de parte de los hermanos Marcelino Madrid, Roberto Asenjo y el sacerdote Luis capilla provocó la reflexión y el diálogo donde nadie se quedó indiferente, era urgente ponernos a hablar de ¿Cómo se vive y se educa en la Realidad Social y la Justicia en nuestros colegios?.
El sábado 26 teníamos un gran reto. Han pasado 10 años desde el inicio de nuestra Fundación y desde entonces no hemos parado de crecer, y de eso fuimos muy conscientes en este día. Era muy emocionante ver cómo la fundación ya cuenta con delegados en cada centro corazonista de España: Puente La Reina: Hno. Jesús Gallego, Alberto Vicente; Barcelona: Carlos Oñate y Ernesto Crespo; Rentería: Karlos Arizkuren y Ángel Blanco. Vitoria: Jon Arrieta, Hno. Carlos Almaraz, Rubén Huidobro, Josan Nogueiras. San Sebastián: Hno. José Luis López, José Luis Aramburu, Haritz Aramburu. Haro: Reyes Ibate, Agustín Olmos, Nuris, Merche, Inma, Maite Llerena. La Mina: Félix Latre. Madrid: Mario de Padro, Marta Barandiarán, Elena Palacio, Alicia Alonso, Almudena Gonzalez. Alsasua: Hno. Julián Ruiz. Moncayo: Hno. Jose Luis, Hno. Santa, Kike Aguelo, Ester García.
Estas y otras muchas personas que no pudieron asistir, hacen crecer con su compromiso y profesionalidad la gran familia Corazonista, una escuela con carácter e identidad Cristiana, de la que nos habló el ponente Abilio de Gregorio y con una gran labor: Educar para la solidaridad y la Justicia animada la charla por Victor Ballesteros.
Nuestra Fundación se extiende a cada vez más países en el mundo donde la presencia de los Hermanos es necesaria para combatir la situación de pobreza en la que viven miles de niños y jóvenes. Tuvimos la suerte de poder escuchar de primera mano tres testimonios corazonistas con los que la Fundación trabaja codo a codo en países de misión : Vanuatu (Oceanía) con el Hno. Antonio López, Amatongas (África) con el Hno. Ángel Monje y Lagunas (Perú) con el misionero Laico Corazonista Jaime Palacio.
La Fundación colabora con éstos y con otros muchos países con presencia corazonista gracias al equipo encargado en la elaboración de proyectos de desarrollo y cooperación internacional, buscando subvenciones en administraciones públicas y privadas y en la captación de nuevos socios, para hacer patente con personas concretas que La realidad entra en nuestra escuela y nuestra escuela transforma esa realidad.
El Domingo 27 ya sólo nos quedaba lo más importante. Habíamos mirado la realidad, contemplado el mundo, pero ahora lo hacíamos desde nuestro interior, orando desde dentro y hacia dentro, para luego poder actuar con acierto fuera, en la sociedad, en la escuela.
Una propuesta, una ilusión de la mano de la Fundación, como herramienta Corazonista para hacer crecer la actitud de compromiso, la vocación al servicio, el sentido comunitario y la responsabilidad con el mundo y con todos nuestros hermanos en todos nosotros.
Ojalá sea el primero de muchos otros encuentros para hacernos vibrar y animar a todas nuestras comunidades educativas, encender nuestros corazones y hacer real hoy el testimonio de Cristo en nuestras vidas.