Contexto
En Mozambique su esperanza de vida es baja y su mortalidad infantil se encuentra entre las más elevadas del mundo, además de que su índice de desarrollo humano es uno de los más bajos del mundo, pero tras la Guerra Civil que azotó al país durante casi 3 décadas la vida y la economía han mejorado mucho. La Guerra civil y su inestabilidad llevó al colapso de la producción agrícola, el comercio, el turismo y los sectores portuario y ferroviario. A partir de 1992 que finalizó la guerra se relanzó el sector industrial y la explotación de recursos, el procesamiento de aluminio y la producción de electricidad, alcanzando a principios del siglo XXI cierto crecimiento económico. Un 70% de la población mozambiqueña viven por debajo del umbral de la pobreza. La guerra civil también conllevó secuelas en la infraestructura y la presencia aún de muchas minas siguen frenando su desarrollo. Casi el 45 % del territorio de Mozambique se puede utilizar para agricultura pero el 80 % de la producción agrícola es de subsistencia. La mayor parte de la producción agrícola se debe a pequeñas explotaciones familiares, que producen las principales cosechas (maíz, mandioca, frijol, arroz, verduras y aceite vegetal), que son muy vulnerables debido a las sequías e inundaciones periódicas. Desde finales de 1990 el turismo es el sector que más ha crecido y emplea a muchas personas. Mozambique tiene una de las mayores reservas de gas natural, pero aún no está explotándolo. De los casi 22 millones de habitantes del país, más de un 44% tienen menos de 14 años, esto hace que debido a las precarias condiciones de vida haya fuertes migraciones desde este país. La esperanza de vida es de 40 años. El 36,5 % de la población está alfabetizada. Se calcula que el 12,2 % de la población está infectada con el virus de VIH-SIDA. Todos los mozambiqueños están obligados por ley a asistir a la escuela a través de la enseñanza primaria; sin embargo, una gran cantidad de niños no acuden por falta de recursos y de infraestructura básica, y casi la mitad de los docentes en Mozambique todavía no están bien preparados. Gran parte de los alumnos no finaliza sus estudios, sobre todo en el caso de las mujeres. El país dispone de pocas estructuras de formación universitaria y en los últimos años han crecido los institutos de formación profesional (agricultura, técnica, pedagogía…).
En 2010, atendiendo la llamada del obispo de Chimoio, los Hermanos Corazonistas llegaron a Amatongas. Era la única institución religiosa u ONG presente allí. Desde entonces cuatro Hermanos de España, Zimbabue, Estados Unidos y Canadá asumieron la gestión de la Escuela de Secundaria de Amatongas con 1.500 alumnos, así como la de un internado para 140 jóvenes huérfanos. A comienzos de 2018 la situación era de un total de 1500 alumnos, y que de este centro dependían otros 7 centros de secundaria en las poblaciones cercanas, con un total de unos 5.000 alumnos.
Beneficiarios
1.500 alumnos directos, sus docentes, 4 hermanos corazonistas y 5.000 alumnos indirectos de la zona que reciben apoyo del centro
Descripción
Debido a las pocas infraestructuras y equipamiento del país se hace necesario en un colegio con tantos alumnos (1500 directamente en el colegio corazonista y dando apoyo a 5000 alumnos de la zona) para mantener la escolarización de estos hasta edades avanzadas el contar con recursos informáticos que sirvan a los alumnos para su aprendizaje en los cursos superiores.
Enlaces de interés
Fotografías adicionales
Hermanos corazonistas del colegio Amatongas
Año de inicio: 2012 Año de la intervención: 2012 Cantidad aportada: 1.090 €