Un año después del devastador seísmo del 12 de enero de 2010

13 quelques tentesRecientemente hemos recibido noticias del Hno Provincial de Haití, Hno Luxama, en la que nos cuenta como están viviendo estos últimos meses, la reconstrucción y el día a día de la escuela, tras la tragedia del 12 de enero de 2010. En su carta nos explica la lentitud con la que van recuperando los espacios del colegio, las dificultades de financiación y recursos, y la situación política del país.

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Videos sobre la situación de los colegios corazonistas de Haiti

El Hno. Jean Elithère nos remite a estos videos para que veamos la situación actual de los dos colegios corazonistas de Haiti, Collège Canado-Haïtien y École Saint-Jean-l’Évangéliste, cerrados con motivo del terremoto que asoló Puerto Príncipe del pasado 12 de enero.

Los videos están en francés, pero por lo descriptivo de las imágenes nos resultan suficientemente elocuentes.

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También puedes ver este video sobre la situación actual de los escolares de la escuela Saint-Jean-l’Évangéliste después del terremoto y este otro sobre las tareas actuales de reconstrucción.

Carta del Superior Provincial de Haiti – 26 de mayo

El hermano superior provincial de Haiti, Hermano Jean-Élithère Luxama, envía esta carta de agradecimiento a todos los que formamos parte de la familia corazonista.

«El seísmo del pasado 12 de enero parecía apagar bruscamente la esperanza, los anhelos de todo un pueblo. El futuro aparecía sombrío. Gritos de dolor, de terror, de angustia, hendían el espacio por todas partes. En medio de una catástrofe de tal magnitud, el nombre de Jesús ha tenido su lugar destacado.»

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Carta del Superior Provincial de Haití – 18 de enero

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Buenos días, hermanos del mundo:

Les saludo fraternalmente y aprovecho la ocasión para comunicarles algo del drama que vive nuestra provincia comunitaria de Haití desde el 12 último.

El martes, día 12, alrededor de las 16.55 horas, un violento seísmo de grado 7,3 en la escala de Richter nos cogió por sorpresa. En unos segundos, la ciudad de Port-au-Prince se derrumbó. El efecto era como el de tres bombas atómicas que nos caían encima al mismo tiempo. De repente, todo oscureció a causa del polvo que subía de los escombros. Nunca sabremos en realidad, lo que pasó: las víctimas no se cuentan, las imágenes en los medios de comunicación son horrorosas; creo, sin embargo, la realidad es mucho más dramática de lo que se ve por televisión.

La Iglesia recibió un duro golpe: el Señor Arzobispo de la capital falleció; la catedral, así como varias iglesias, están destruidas; muchos religiosos, religiosas, seminaristas perecieron. Todos los sectores de la vida nacional han quedado afectados. La tragedia ha provocado tantas víctimas y tanta desolación que desperta en nosotros solidaridad, valor y fuerza para seguir viviendo, para ayudarnos mutuamente. Específicamente, por lo que nos toca a los hermanos, el terremoto nos pilló en nuestros respectivos campos de trabajo. Los hermanos de Port-Salut sintieron el temblor pero no tuvieron daños; igual fue en Les Cayes y en Miragoane (Nippes).

El juniorado tiene grietas pero éstas no impiden vivir en él. El noviciado se derrumbó pero el postulantado resistió. Parte de los locales de Juan XXIII también se cayeron. Todos los locales de la escuela de San Juan se derrumbaron; alumnos, hermanos y personal estaban dentro, puesto que estaban en la jornada de tarde. Tres personas fallecieron en el momento (un profesor, un alumno y un músico). Hubo varios heridos. El director, hermano Augustin Nelson, pudo salir de los escombros de su oficina junto con las personas de la asociación de padres. La nueva residencia se cayó; el hermano Norbert que se encontraba dentro, sufrió heridas leves y dolores musculares, pero pudo salir. El colegio Canado-Haïtien quedó completamente destruido. En el momento del seísmo, el director, hermano Jacques Anthony Germeil, se encontraba en su oficina y los alumnos en las clases. Yo estaba visitando el colegio y me encontraba en el último piso. Tras eludir los primeros escombros pude salvarme bajando por un árbol, al igual que, otros cuatro hermanos jóvenes que estaban conmigo. Hay heridos entre los alumnos; no sabemos si quedan cuerpos debajo de las ruinas. Un ex hermano, colaborador, el señor Jacques Claude, falleció al instante. Algunos profesores y alumnos pudieron ser sacados de los escombros en los días siguientes.


El «Centre Professionnel d’Haïti» (CEPH) no cayó, pero no puede ser utilizado por los destrozos. La casa provincial recibió fuertes sacudidas pero podemos vivir en ella. La residencia de Thomassin no tiene daños; es una pequeña casa de tres dormitorios. El hermano Jean Kidd, misionero canadiense en el país, pudo viajar a Canadá con cierta calma, tras la violencia de los primeros momentos. Los hermanos de Oceanía, que se forman con nosotros, están sanos y salvos, y colaboran en la ayuda a los damnificados. No pueden dejar al país por el momento porque han perdido sus pasaportes. Ningún hermano perdió la vida en este «viernes santo» de Haití. Dios nos protegió y le estamos agradecidos. Sin embargo, varios viven en duelo porque han perdido sus seres queridos.

Toda la gente está bloqueada, especialmente los habitantes de Port-au-Prince. No hay ayuda psicológicaactualmente y los cuidados de salud son muy complicados. El país vive actualmente en el caos: la ayuda se organiza difícilmente y tenemos todavía réplicas del terremoto; en todas partes se hallan cadáveres en putrefacción con un olor nauseabundo. En fin, es muy difícil encontrar alimentos y agua. Toda la gente duerme en la calle o los campos. Como Provincial convoqué a todos los hermanos en el «Centre Professionnel d’Haïti» durante unos días; después, al consejo, para determinar los lugares donde vivirán los hermanos en estascircunstancias, especialmente los del sur del país. Nuestras preocupaciones más urgentes son la alimentación, el alojamiento y el trabajo.

Finalmente, creemos que después de este «viernes santo» llegará el domingo de Pascua para nuestro pueblo en general y nuestra provincia de Haití en particular. Dios está con nosotros y nos ayudará a reconstruir lo destruido con la ayuda de personas generosas.

Port-au-Prince, 18 de enero de 2010.

Agradecimiento y últimas noticias desde Haití

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Los tres colegios de Puerto Príncipe (Canado Haitien, el Canado Tecnique y el San Juan Evangelista) están completamente inservibles, así como la Casa de Formación y la Casa Provincial .Por eso os seguimos pidiendo vuestra solidaridad, a través de la cuenta 2100 – 2120 – 80 – 0200317630

Durante los meses de enero y febrero se han recogido 63.314,57 euros en todos los colegios corazonistas. El hermano Jean Elithere Luxama, Superior Provincial de los corazonistas en Haití, nos escribe esta carta de agrademiento a toda la provincia de España.

Querido familia corazonista de España:

Desde el 12 de enero de 2010, la vida nos ha cambiado a todos drásticamente en nuestro país. Y hasta ahora, la desolación está presente en todas partes. En menos de un minuto se destruyó el país y todos sus habitantes se convirtieron en refugiados. Más de 300.000 muertos y muchas amputaciones necesarias han sido realizadas, porque los heridos permanecieron varios días sin ningún tipo de cuidado y sin condiciones de higiene y sus heridas se infectaron con gangrenas importantes.

Todo el mundo vive en el país con miedo no sólo a las réplicas del terremoto, sino que también a un posible resurgimiento de la inseguridad debido a la fuga el 12 de enero de varios miles de presos, algunos de ellos muy peligrosos.

En este período difícil, me complace expresar, en nombre de todos los Hermanos de la provincia de Haití, mi agradecimiento y mi gratitud a todos los Hermanos de su provincia que nos han ayudado haciendo un depósito en la cuenta de los Hermanos del Sagrado Corazón de Haití que está en Canadá.

Gracias desde lo más profundo de mi corazón. Desde hace varias décadas, los hermanos del Sagrado Corazón de Haití tratamos de ofrecer una educación de calidad a los jóvenes haitianos, incluso los más pobres. ¡A día de hoy, nuestras mejores instalaciones han sido destruidas! Y con su ayuda se van a reconstruir. Se merecen la gratitud de todos los haitianos.

Damos gracias al Señor por habernos manifestado vuestra su solidaridad.

A cambio, los Hermanos de Haití os ofrecen su afecto y rezan con vosotros por una mejor vida en nuestro planeta.

Muy fraternalmente

F. Jean Elithere LUXAMA, Sagrado Corazón

Situación de las congregaciones misioneras en Haití

Poco a poco continúa aumentando la información proveniente de Haití sobre la situación de las distintas congregaciones religiosas presentes en la isla. La Conferencia Española de Religiosos está recopilando la mayor información posible sobre la situación, tanto de la población afectada como de las comunidades religiosas que están contribuyendo a las labores de rescate. Los/as religiosos/as permanecen en la capital acogiendo a las familias, buscando supervivientes, atendiendo las necesidades de la población, informando como pueden de lo sucedido y dando testimonio de entrega y servicio.

Debido a la situación catastrófica y de caos que se vive en Puerto Príncipe, no es fácil recabar información de todas las congregaciones. Hasta el momento, se conocen los siguientes datos:

  • Hermanos del Sagrado Corazón.– De los 65 hermanos todos están a salvo y sin daños físicos. No sucede lo mismo con las obras. Le College Canado-haitien classique ha quedado completamente destruido. En su derrumbamiento ha fallecido un número aún indeterminado de alumnos y algún profesor. Lo mismo ha sucedido con el College Saint-Jean Baptiste. La casa del noviciado, en Thor también ha resultado destruida, pero sin víctimas personales.
  • Mercedarias de la Caridad.– Las Mercedarias de la Caridad, tienen una comunidad en Jacmel. Es un Centro nutricional, que ha sido afectado en su estructura, pero no destruido del todo. Las hermanas están vivas. Se organiza la ayuda desde la Casa Provincial de República Dominicana. En principio las hermanas van y vienen con ayuda de alimentos, sábanas y material sanitario al Hospital de Jamani en la frontera, hasta que puedan entrar definitivamente en Haití. Alguna hermana haitiana ha ido en un grupo intercongregacional organizado por la CONDOR (Confer dominicana) además de ayudar en lo que se puede, como intérprete. El Centro Nutricional de Jacmel se ha habilitado para acoger a los niños que deambulan solos y perdidos por las calles.
  • Dominicas de la Presentación.- La Provincial de las Dominicas de la Presentación (con comunidades en el país) sabe que la casa de las hermanas se derrumbó en parte, aunque las dominicas están ilesas. Peor suerte han corrido los niños alumnos del centro que mantienen allí. La escuela se derrumbó sobre ellos y se supone que han fallecido todos.
  • Hijas de María Auxiliadora.- Las Hermanas están durmiendo a cielo raso, en camas de chiripa, ellas y las muchachas. Las FMA de Santo Domingo están organizando llevar colchones ligeros. Duermen en las sillas, intentando estar atentas también a quien quisiera entrar en sus casas, o en lo que queda de ellas. En la Comunidad de Petion Ville, la más afectada por el seísmo, han quedado cuatro de las siete FMA. Las otras, las más mayores se han trasladado a la casa Provincial que es más segura. Petion Ville también es sede del aspirantado, y todas las aspirantes han sido enviadas a la casa Provincial, aquí están todas juntas, en la parte frontal de la casa. La parte de la casa Provincial donde estaban hospedadas las internas se ha caído toda, y las 40 muchachas están con ellas, al raso.
  • Redentoristas.- En Puerto Príncipe tienen dos comunidades: Saint Gérard, parroquia, y Saint Clément (rue Bois-Patate, Turgeau) con sus estudiantes profesos y demás seminaristas. Todos los cohermanos en Puerto Príncipe están sanos y salvos. De nuestras casas e Instituciones, el monasterio Saint Gérard sigue en pie pero dañado. La iglesia Saint Gérard ha quedado totalmente destruida; sólo algunos lienzos de pared han quedado en pie y el techo de chapa metálica no se ha caído. La escuela Saint Gérard (primaria y secundaria) se desplomó con sus 300 estudiantes y profesores dentro; casi todos han resultado muertos.
  • Salesianos: Entre las miles de víctimas se encuentran las personas vinculadas a la Familia Salesiana de Haití. En la capital, Puerto Príncipe, el colegio San Juan Bosco y la Obra de las Pequeñas Escuelas de Padre Bonhem, dirigida por los salesianos, han sido de las más afectadas. En esta obra, colegio y casa de acogida para chicos de la calle, se estiman que han quedado bajo los escombros alrededor de 500 alumnos.
  • Clérigos de San Viator.– Los Viatores, religiosos y los asociados que trabajan en Haití están, a salvo. El cohermano Jean-Michelin Cadet de la parroquia de Grande Goâve, sufrió lesiones en una pierna, pero ha sido evacuado a Republica Dominicana para recibir tratamiento médico. Mientras que los Viatores han tenido buena suerte, muchos de sus amigos y familiares no la han tenido. El edificio principal de los Viatores en Haití, Villa Manrèse, ahora se encuentra en ruinas. La recepcionista y por lo menos otros cuatro empleados murieron cuando la estructura del primer piso se desplomó. Por lo menos dos invitados de la Villa también perdieron la vida. La casa de la comunidad y la parroquia Grande Goâve fueron destruidas. Las casas en el vecindario de Cazeau cerca del aeropuerto no sufrieron daños y ahora sirven de refugio para otros Viatores que sus casas fueron destruidas, también algunos Viatores optaron por permanecer con la gente de Grand Goâve y de la Villa Manrèse, durmiendo al intemperie y haciendo su trabajo apostólico con sus parroquianos de la mejor manera que puedan.
  • Los Montfortianos han perdido doce de sus seminaristas – muertos entre las ruinas de CIFOR -, un Instituto de teología para religiosos de Haití donde acababan de terminar una reunión juntamente con otros seminaristas incluidos los nuestros. Los Redentoristas, a apenas terminada la reunión, habían partido a pie mientras los demás se quedaban allí esperando el coche que los iba a llevar a casa. Además, su iglesia de Saint Louis Roi de France, cerca de nuestra casa de Saint Clément en Bois Patate, se derrumbó sobre la gente que oraba en ella. No hay noticias sobre el número de víctimas que hubo en dicha iglesia como tampoco en la residencia adjunta a la iglesia. No tenemos noticias sobre sus demás comunidades e instituciones.
  • Los Oblatos han perdido también a cinco seminaristas en circunstancias semejantes a las de los Montfortianos.
  • Los Sacerdotes de la Santa Cruz parece que han sido protegidos por el P. André así como todos sus seminaristas; igual que les ha sucedido a las Hermanas.
  • Las Hermanas Misioneras de Cristo Rey parece que se han salvado todas, a excepción de las Hermanas que trabajaban en el hospital para leprosos de Sigueneau (Léogâne), a 15 Kms de Puerto Príncipe, y del que no hay noticias.
  • Franciscanos.- Los franciscanos, tienen tres comunidades allí. Ningún fraile ha muerto, pero una de las casas ha quedado destruida, así como un dispensario médico que atienden.
  • Carmelitas Descalzas.– La hermana Jacqueline Marie de la Trinite, priora del monasterio de carmelitas descalzas de Puerto Príncipe (Haití), ha confirmado que todas las hermanas de la comunidad se encontraban «sanas y salvas».
  • Religiosas de Jesús-María.- Hay tres comunidades. Todas las hermanas están vivas, alguna herida, y tratando de ayudar y acompañar a tantos que sufren.

Haití o cómo la pobreza atrae el desastre

La tierra no tiembla igual para todos. Los países empobrecidos, con escasez de todo excepto de miseria, son más vulnerables a terremotos y otros desastres naturales. Y a su vez, esos desastres les hacen más indefensos ante la pobreza. Un círculo del que países como Haití tienen difícil escapatoria.

Fuente: canalsolidario.org